“La verdad que si, ha sido un gran año” esto es lo que salia de mi boca cada vez que me referia a lo deportivo, pero siempre existen piedras en el camino, la vida es asi, lo bueno es contar con compañeros y amigos que a la hora de la verdad te sepan apoyar, cuando uno planta bien sin lugar a dudas que siembra bien.
Fernando Martinez Venia, apenas si cruce tres palabras con el en mi vida, para los que no saben quien es, El doc, como le dicen sus compañeros, es un profesional de la neuro cirugia de nuestro pais, que actualmente se encuentra en España profesionalizándose mas aun de lo que es, para volcar todos sus conocimentos en bien de las personas, y como decia mas arriba, la vida hizo que tuviera que contar con los conocimientos del Doc, debido a un familiar cercano que aun esta pasando por momento no muy lindo, "el doc" en todo momento me informo y me apoyo en todo lo que le solicite, hoy dia Fernando corrio su primer maraton, desde nuestra pagina la pagina del cantero, quiero publicar su relato, para alguien tan “humilde en lo suyo y un grande corriendo” Gracias Doc.
MR
MARATON EN LA MADRE PATRIA
La carrera
Amaneció nublado y con anuncio de lluvia. El día estaba un poco frío.
Tomé unos mates para intentar sacarme la sequedad de la boca que me producían los nervios. Me pasé Ratisali en la cara interna de los muslos y sentí como si me pusiera un caramelo de mentol….en la entrepierna. Dios querido!!
Para no despertar a las niñas, me llevo a la salida un amigo, Gabriel. Es que el viaje fue familiar extendido y éramos 10 (entre uruguayos, uruguayas y uruguayitos) repartidos en 3 autos quienes nos fuimos al sur de España.
Llegué, entre al estadio e intenté calentar algo, pero entre los nervios y el volumen de gente que había, poco pude hacer. Éramos 2000 para el maratón y no se cuantos mas para una carrera promocional de 12k.
Me pongo al final de todo, casi ultimo. Miro al piso, miro a mi alrededor. Ya está, ya estoy acá. Se escucha el disparo, la masa empieza a moverse lento. Me comienzo a mover con la masa.
Me pauté un ritmo de 6 minutos por kilometro pero la masa me lleva un poco mas rápido. Me controlo y voy a 5.30, intento bajar porque sino no llego.
Encuentro un grupete que viene a 5.50 y me pongo detrás de ellos.
Por primera vez corro con música una carrera y quien me acompañaría durante toda la carrera sería Gustavo Cerati.
Decido apagar la música un rato, prefiero disfrutar del ruido, del bullicio de miles de personas corriendo. Escucho el ruido de las pisadas, las risas, las apuestas, el canto de un grupo de militares que venían corriendo atrás de todo, el griterío del público que acompañaba. Pasan los kilómetros y ya la masa se separó.
Tomo a mi grupo de referencia y me fijo el ritmo de 6 minutos nuevamente.
Cerca del kilometro 15 me pongo a correr con un español, con el que empezamos a charlar. También es su primer maratón y me dice que el se pauto ir a 6.30. Le confirmo que venimos a 5.50 y se asusta un poco, pero seguimos juntos.
Dieciocho kilómetros y ya vengo cansado y con la vejiga a punto de estallar. Decido parar en un murito solitario y mi compañero sigue . Me “deshidrato” contra el murito y poco a poco le doy alcance a mi casual compañero de ruta. Me dice “Sigue tu, yo bajo el ritmo porque vengo cansado”.
Sigo, aunque yo también estoy cansado. Cerati me tira frases sueltas para que siga..y yo sigo.
Kilometro 25…miro mi sportband Nike y marca casi 28k…pero…entonces la porquería esta me hizo entrenar un 10% menos de lo que creía?? Los días que pensaba que corría 20k había corrido en realidad 18k…la puta madre! Bueno, ahora no hay otra que apechugar.
Como tantas veces durante la carrera, apelé a frases sueltas que escuché y que me ayudaron muchísimo. JX y Yeritano, luego de la etapa del cerro de la AAU me dijeron: “Si ya hiciste alguna media maratón, no te será tan duro”. Me autoconvencí con esta frase y seguí corriendo.
Las piernas acusaban el cansancio y los kilómetros seguían apareciendo frente a mí. En el kilometro 35 ya venía muy cansado así que decidí caminar unos 200 metros mientras me hidrataba con isotónicos. En el k38 hice lo mismo, pero caminé un poco mas, tal vez 400 o 500 metros . En el 39 sentí un intenso dolor en la región posterior del muslo izquierdo. Ta, no llego. Así no puedo seguir, me estoy por acalambrar. Estiré unos segundos, me acorde de mi abuela y empecé a correr de nuevo.
Acá venía a 6 minutos laaaaargos por kilometro, o 7, ya no habia diferencia. Lo importante era llegar.
Y bueno, apelé a disfrutar. Puse a todo volumen una canción que me gusta muchísimo: Cosas Imposibles. El estribillo dice “Siempre es hoy, ya es parte de mi ser. Hoy quiero hacer cosas imposibles, cosas imposibles”. Y justamente, yo estaba intentando hacer cosas que para mi eran imposibles. Saque fuerzas de no se donde y empecé a cantar a los gritos esta canción. Me olvide del dolor y me acorde que estaba haciendo cosas imposibles. Cosas que nunca pensé que podría lograr.
Veo el estadio a lo lejos, estoy llegando. Pongo el volumen del iPod al máximo, busco las dos canciones que me acompañarían en estos últimos kilómetros: Todo puede estar mucho peor y Resistiré de la Trostky.
Con el último aire empecé a cantarlas a los gritos, los que venían corriendo delante de mí se daban vuelta a mirarme. Todo puede estar mucho peor, aunque todo este mal todo puede empeorar….así que empezá a disfrutar!!!
Y carajo que estaba disfrutando!! Ya estaba entrando al estadio, la gente aplaudía a los últimos 100 o 200 que veníamos llegando.
Aunque los vientos de la vida soplen fuerte, soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie!!
Si, carajo!! Estoy de pie y llegando y cantando a los gritos. Veo el arco de llegada, me faltan 100 metros, levanto los brazos..gané, si, gané. Llegue. Entre con los brazos en alto, como dice Mauricio Ramirez.
Corrí 42.195 metros, entré en el puesto 1485 luego de 4h 56m 08s de carrera.
Vencí.
Imágenes imborrables, recuerdos que me acompañaran
Crucé la meta y me empezaron a pasar nuevamente por la cabeza todas las cosas que ya me habían pasado los días previos y durante los 42k.
Los días de lluvia, Joaquina diciendo “Papa code” cuando me veía ponerme las calzas y los guantes. El abrazo a mis piernas trasnspiradas de mis dos hijas, que todavía no me dejan de dar amor a pesar de mi olor. El apoyo de Natalia cuando decidí correr.. el recuerdo de mi abuela que usé como fuerza en los momentos mas jodidos.
No olvidaré frases de compañeros e incluso gente que apenas me conoce, o del público que alentaba.
No olvidare un grupo de corredores de la 12k que luego se pusieron a alentar a quienes afronatábamos los 42k. Uno me miró a los ojos y me dijo “Tu eres un verdadero campeón, animo!”
No olvidaré un grupo de niños en sillas de ruedas entregando agua en un puesto de hidratación. Ni la alegria de uno de ellos cuando me acerque y tome la botella de agua de su manito deformada por la paralisis cerebral. La mierda, que momento mas lindo pero mas jodido.
Tampoco olvido el corredor humano aplaudiéndonos a los últimos que veníamos llegando, con tantas ganas como deben haber aplaudido al primero.
Ni tampoco las veces que casi me pongo a llorar en el medio de la carrera recordando todo lo anterior, porque a la llegada lo único que hice fue cantar y reírme.
Que puedo decir para terminar?
Yo pude. No tengo genética de corredor, soy un tipo que esta hecho para estudiar, no para correr.
Si yo pude, cualquiera que se lo proponga puede. Pero eso no me hace sentir menos campeón.
Un maratón no se corre “con la cabeza”. Es una prueba de resistencia que hay que respetar. Pero no es imposible.
No hay nada imposible y no es un slogan
Eso es lo que me enseño el maratón.
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