-->

Optimizado para resolución de 1024x768 Inicio | Calendario | Entrenamiento | Acerca de MR | Curriculum MR

RESULTADOS: Aventura Urbana MR (3ra Edición) - 20 de Mayo 2012 10:00 hs
Anteriores: Resultados de la carrera del 2 de Marzo 2012 19:15

Las calcificaciones en el talón pueden tener varias localizaciones. Es muy común la calcificación de la inserción de la fascia plantar en la tuberosidad posterior del calcaneo, lo que da lugar al conocido ESPOLÓN CALCÁNEO. 
Esta calcificación se debe a la tracción mecánica excesiva de la fascia sobre el periostio del calcáneo, que se irrita y acaba por calcificarse dando una imagen, en la radiografía lateral, similar a una "espina de rosal". Esta imagen espinosa induce a pensar, de forma erronea, que los espolones duelen (por que pinchan); cosa que no es del todo cierta. Un espolón calcáneo realmente no tiene forma de espina, es solo un "engaño" que produce la imagen lateral, porque en realidad es una calcificación en forma de lámina plana, por lo que es imposible que pinche causando dolor. Otra cosa diferente es que la tracción permanente de la fascia, que originó el espolón siga irritando esta y la haga dolorosa; entonces hablamos de FASCITIS PLANTAR. 
Pero no es el espolón el que duele. Ocasionalmente después de un traumatismo, puede ocurrir que el espolón se fracture y entonces sí produzca dolor. También, en casos en que el retropié tenga una posición de excesiva pronación (es decir, que el talón esté volcado hacia dentro), puede ocurrir que el espolón comprima la bolsa serosa que se encuentra a ese nivel, irritandola y produciendo lo que llamamos una BURSITIS SUBCALCÁNEA. 
Por otra parte, una bursitis subcalcánea no siempre tiene por qué estar causada por un excesivo componente de pronación, en ocasiones es consecuencia de elevados niveles de ácido úrico en sangre (hiperuricemia), sin que el paciente padezca GOTA necesariamente. Añadimos algo más: 
En pies planos, pronados o en pies cavos, el músculo abductor del hallux (separador del dedo gordo) puede encontrarse contracturado causando un pinzamiento de una de las ramas del nervio calcáneo plantar medial, el nervio de Baxter; hablamos entonces de una NEURITIS DE BAXTER, pero en este caso el dolor se suele localizar, en vez de en la cara plantar (de apoyo) del talón, en la zona lateromedial de éste (la parte interna). Esto es importante a la hora de distinguir entre la neuritis y la fascitis. Compliquemos un poco más el asunto: También aparecen espolones en otras localizaciones del calcáneo, como por ejemplo en su zona posterior, justo en la inrescíón del tendón de Aquiles. 
El mecanismo de producción es el mismo, un exceso de solicitación mecánica por parte de este músculo, que a través de su famoso tendón, tracciona en exceso del periostio calcáneo. En un principio, causa una ENTESISTIS (irritación de la unión tendón-hueso) y si ésta perdura en el tiempo acaba por calcificar parte de dicho tendón (ESPOLÓN POSTERIOR). Esto suele dar problemas en pacientes con un calcáneo verticalizado (dispuesto en flesión dorsal), lo que hace que por una parte la inserción del músculo esté más alejada del origen (mayor tensión) y por otra que la parte posterior del talón sea más prominente y más proclive al roce con el calzado. Este roce puede también ser causa de BURSITIS en este caso RETROCALCÁNEA. Cuando existen de forma crónica estas bursitis retrocalcáneas acompañadas de espolón posterior hablamos de ENFERMEDAD DE HAGLUND. Y por si fuera poco, se dan casos en los que después de un traumatismo muscular (rotura fibrilar, por ejemplo) en alguno de los músculos del pie, el hematoma que se produce puede, con el paso de los años, no llegar a reabsorverse y calcificarse igualmente; viendose en las radiografías como bolitas blancas y separadas del hueso. 
Después de todo esto sobre patología del talón (que hay mucha más), lo importante es que en cualquiera de estos casos (que son los más frecuentes) el tratamiento de elección es el ortopodológico, es decir diseñar una plantilla personalizada a cada pie, con las piezas y modificaciones oportunas para cada caso, con el fín de modificar las condiciones macánicas que han desencadenado el problema y de este modo aliviar el dolor. Solo una excepción, en las bursitis por hiperuricemia el tratamiento inicial debe ser dietético (dieta pobre en purinas). Si la causa del dolor es otra (artritis reumatoide, fracturas de estrés por osteoporosis, algodistrofias simpaticorreflejas, etc... el tratamiento deberá ir encaminado hacia otros derroteros.

1 Comment:

  1. Anónimo said...
    Se recomienda para las personas que fuma dejar de fumar esto favorece un 50% los sintomas

Post a Comment