No gane, ni subí al podio, pero sentí la misma felicidad que si lo hubiera hecho. Dejé hasta  la última gota de sudor y la cara lo demuestra. Seguramente todos la dejaron, desde Aguelmis Rojas que puso 1h 13 a aquellos que pusieron más de 3hs.
En horas de la tarde del lunes estando en la rambla se me acerca un chico de unos 10 años y me dice: ¿vos sos el que corres las carreras de Salomon? Le digo: "sí" , y me responde: "como corrió ese Cubano, pero no importa yo hinchaba por vos". Eso es gratificante y  es mas lindo que ganar la carrera o el dinero que había de premio.

Alumnos me dijeron: “nunca más hago esto” y es entendible, se pasan por momentos de sacrificio muy difíciles de sortear. El calor es así, nos derrota ,nos hace sentir débiles, nos hace preguntar que estamos haciendo, pero muchos de esos corredores seguramente le van a contar con orgullo a sus compañeros, amigos y familiares: “Yo corrí una carrera de aventura de 21k con 35 grados de calor” y es más que probable que vuelvan a repetir la gran odisea. Esperemos que así sea, felicitaciones a todos los UNOS que corrieron esa gran aventura.