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RESULTADOS: Aventura Urbana MR (3ra Edición) - 20 de Mayo 2012 10:00 hs
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"Entre las dudas más frecuentes para tratar las lesiones, nos cuestionamos qué temperatura es la ideal para mejorar la condición física. A continuación, te daremos algunas claves para tratar tus lesiones y cuáles son los efectos que provoca tanto el frío, como el calor. Las lesiones deportivas tienen diferentes características y estadios. 
Por un lado, están las más traumáticas: desgarros musculares, tendinitis, esguinces, contusiones, luxaciones o fracturas, dentro de las traumáticas. Y por otro, las menos complejas que son las contracturas, espasmos o retracciones musculares. Dentro de las agudas y traumáticas la característica inicial es un proceso inflamatorio que se caracteriza por una serie de reacciones que se dan en forma sucesiva generando fenómenos vasculares, regresivos y proliferativos de las células dañadas. 
Debido a las modificaciones fisicoquímicas que se producen con el proceso inflamatorio, el tejido lesionado presentará aumento de la temperatura local, edema, por el aumento de vascularización y disminución del PH. Este proceso inflamatorio es necesario para lograr la reparación del tejido dañado ya que el aumento de sangre en la zona traerá las células encargadas del proceso de reparación y cicatrización, activado a través de sustancias denominadas mediadores químicos. 
Es por estos procesos que la zona dañada se verá hinchada, enrojecida y con aumento de la temperatura local. Los agentes físcos que podemos utilizar para ayudar a la recuperación de las lesiones son el frío y el calor. La mayoría de los deportistas que sufren algún tipo de lesión se preguntan qué temperatura se debe aplicar sobre la misma. Y esta resulta una pregunta muy acertada ya que si se aplica lo correcto se puede evolucionar hacia la mejoría de la lesión pero si el método no es el adecuado puede colaborar con el agravamiento de la misma. Lo indispensable en este caso es que poseen efectos fisiológicos variados: 
El frío 
El frío denominado como crioterapia tiene efectos vasculares, metabólicos y musculares. 
Vasculares: primariamente una vasoconstricción superficial inicial (disminución del calibre de los vasos sanguíneos) lo cual ayuda para la disminución de edemas (hinchazón) si se lo acompaña con compresión de la zona perjudicada, este fenómeno se produce dentro de los primeros 15 minutos de su aplicación luego de este período se produce una vasodilatación 
Metabólicos: Disminuye el metabolismo celular evitando así el daño tisular secundario producido por la hipoxia (falta de oxígeno) del tejido lesionado. 
Musculares: Produce retraso de la velocidad de conducción nerviosa provocando sedación muscular Analgesia: Disminuye el dolor ya que inhibe la llegada del estímulo doloroso al sistema nervioso por esta razón, sirve como analgésico. Los medios de aplicación son variados. Los más clásicos para la aplicación de frío son los geles denominados cold pack que mantienen la temperatura por mayor tiempo y se guardan en freezer o congelador. Para utilizarlos debe colocarse un aislante de tela entre la piel y el gel, o los clásicos cubitos de heladera. 
El frío es curativo para toda lesión o traumatismo agudo como los desgarros, esguinces, contusiones y tendinitis, entre otros. Es decir toda lesión que se acompañe de un proceso inflamatorio y es el primer agente que debe aplicarse ante un traumatismo. Si en este caso se aplicara calor provocaría un aumento del proceso inflamatorio. Por eso ante la duda siempre es conveniente aplicar frío ya que no posee contraindicaciones y si la lesión fuera una simple contractura y no un desgarro, el frío también favorece a la sedación del músculo. El tiempo indicado para la aplicación es de 15 a 20 minutos varias veces al día. 
El calor 
El calor, denominado termoterapia, provoca efectos:
Vasculares. Produce vasodilatación por mecanismo directo sobre la musculatura lisa del vaso, provoca la llegada de sangre a los tejidos, mejora el aporte de oxígeno y acelera el proceso de reparación. Metabólicos: el calor aumenta la velocidad de las reacciones químicas y los procesos enzimáticos.
Musculares: Provoca sedación, reduce los espasmos musculares y las contracturas por lo que alivia el dolor y provoca una mayor capacidad de extensibilidad de los tejidos con fibras de colágeno (como músculos, tendones, cápsulas articulares, y cicatrices). 
Así favorece su estiramiento y aumenta la elasticidad del mismo. A nivel articular disminuye la rigidez. Para la aplicación de calor, la almohadilla eléctrica (doméstica) aporta un calor más superficial, o ciertos coldpack que admiten ser calentados en el microondas o en agua caliente. Por otro lado, se puede utilizar aparatología kinésica como la onda corta, magnetoterapia y lámparas de infrarrojos, entre otros. 
El calor está indicado para las afecciones como las contracturas o los espasmos musculares, rigideces de las articulaciones o para aumentar la elasticidad de algún tejido. Por ejemplo una contractura de los músculos de la espalda o retracción de gemelos e isquiotibiales. Además es útil en la recuperación tardía de un desgarro muscular, para lograr mayor longitud de la fibra muscular. 
El calor está totalmente contraindicado en la fase aguda del mismo, en este caso la indicación es frío. El tiempo de aplicación del calor debe oscilar entre 20 a 40 minutos. Es muy importante tratar las lesiones correctamente ya que por más pequeñas que sean, un mal tratamiento puede llevarla a un estado de gravedad.” 

 Fuente: atletas.info    Licenciada Julieta Solanas, Kinesióloga Fisiatra y Osteópata Triatleta

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